Absurdo, el superheroe, leía una revista de condorito, de esas antiguas, pero que no por eso te dejan de hacer reir. Estaba sentado en una corniza del edificio del eurocentro esperando que algo sucediera. Lamentablemente era una de esas noches tranquilas. Era la reunion anual de la asociación gremial de ladrones, cogoteros y carteristas (LACOCA) y lo estaban pasando demasiado bien como para pensar en salir a trabajar. Los asesinos estaban en huelga por el alza del impuesto a la importación de armas y sus derivados con la que el gobierno pensaba palear las consecutivas alzas de combustible.
Era un cuadro idilico de paz en el cual se dibujaba la ciudad.
De pronto hubo un estruendo con quebrazón de vidrios, gritos de viejas histericas, frenadas de auto y pisadas de gigante... si... a eso sonaba... a pisadas de gigante.
Absurdo trepó hasta la punta de la torre entel para ver mejor el panorama. Un pollo gigante de aproximadamente quince metros de alto caminaba por Santa Rosa en dirección al centro de la ciudad. En el pico llevaba a un tipo que gritaba como loco...
Abs hizo aparecer un par de binoculares y pudo observar que el tipo que colgaba del pico del pollo gigante era nada mas y nada menos que su antiguo profesor de patología aviar: Hector Tramitón MaSón. Aquel tipo lo tuvo casi al borde del colapso al demorarse más de seis meses en revisarle la tesis...
No pudo evitar sentir cierta clase de placer cuando el pollo engulló completito al profesor que no alcanzó a decir ni pío...
Después resultó que el pollo era gallina, la que fué apropiada por el gobierno en pos del bienestar de los más desvalidos puesto que los huevos que ponía alcanzaban para alimentar a varios miles de personas. Algunos oportunistas de cuello y corbata con titulo universitario quisieron basar la economía del país en la exportación de proteina de huevo... pero menos mal que no los dejaron porque la vida productiva de una gallina no va mas allá de las 140 semanas de edad realizando pelechas... y Santiago habría quedado lleno de plumas por un largo tiempo...
Absurdo siguió aburrido pero contento...
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