Haberle hecho el final absurdo a mi estilo... le habría quitado encanto, así es que lo dejé así nomá. Feliz cumpleblog Blood... sigue escribiendo mucho... y cantando no tanto... jajajajaja...
...y más aún, cada material había pasado por su conciencia antes siquiera de haber formado parte de su pro-yec-to…
Clap, clap, clap. Terminó de sonar el teclado de Jorge. Leyó y releyó lo que había escrito. Le gustaba. La sorpresa estaba ya casi lista.
Era ya muy tarde. Era una oscura noche de luna llena. Sólo en su departamento, comenzó a sentir frío. Decidió que era un buen momento para prepararse una tasa de café. Se levantó del escritorio rumbo a la cocina. Quiso encender la luz pero el interruptor no funcionaba. Todo seguía a oscuras. Tanteó en busca de un encendedor... El click de una chispa resplandeció en la oscuridad. Una silueta sentada en la penumbra encendía un cigarrillo.
— ¿Buscas esto? —Una ronca y familiar voz le habló.
— ¡Quién está ahí!
— Jaja... ¿acaso no me reconoces? ¿O es que tienes miedo a enfrentar tus demonios personales?
— ¡No puede ser... Blood?!... esto es una pesadilla... si si... eso es
— Bueno... dijo la sombra poniéndose de pie. Digamos que, si es una pesadilla, me encargaré que no despiertes más...
El brillo de un metal aguzado serpenteó la oscuridad...
— ¡Dios! —Gritó Jorge despertando completamente horrorizado. El corazón se le salía por la boca. Comprendió que se había quedado dormido frente al teclado. Decidió tomar un té para pasar el susto. Caminó a la cocina. Las luces no prendieron... un click de un encendedor se escuchó a sus espaldas...
— ¡Dios... No! —Gritó Jorge despertando en medio de la noche. Estaba tendido en su cama. Todo había sido un mal sueño. Se incorporó para prender la luz del velador... no encendió. Una oscura sombra sentada a los pies de su cama reía silenciosa.
—No puedes escapar... lo sabes... solo hay una forma de romper el círculo...
— ¿Cual? —preguntó resignado Jorge.
—Morir...
—¡Gané!...
(Música de psicosis porfavor!!!)
1 comentario:
Muchísimas gracias estimado Absurdo, tremendo y genial regalo el que me hiciste. No creo que Blood tenga el valor de entrar a mis pesadillas, tal como Jorge no tiene el valor de entrar al mundo de Blood
Saludos sangrientos
Blood, Jorge... bueno, yo poh.
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