jueves, febrero 2

La verdad nos hace libres

Conocía esta frase, la entendía, más nunca le había tomado el real asunto… hasta ahora. Y es que al escuchar una gran verdad oculta por muchos años, dicha por alguien, de quien menos esperaba oírla quedé perplejo. No por lo grande o pequeño de esa verdad, sino por como esa persona se transformó a mis ojos, en menos de un segundo, en un ser grande… muy grande… gigante… Pude ver en sus ojos el temor a mi reacción… pude ver su brillo especial de un alma que buscaba ser liberada… pude ver como ella comenzaba a volar libre…libre de sus propias ataduras…

…un vómito del alma… si… eso fue…nos salpicó a todos…jajaja… pero para bien.

A veces nos ocultamos tras silencios, apariencias, mentiras o mentiras-verdades que a la larga van presionándonos, causando una incomodidad que con el paso de los años no decanta sino que aumenta y aumenta, cual si fuéramos un gran globo que a la larga revienta por tanta presión…

La verdad se trasforma en una válvula de escape que nos evita explotar. A veces las verdades son duras, nos duelen, pero aquella angustia que nos causaba no decirla comienza a desaparecer y finalmente, de una u otra forma, la libertad que nos deja aquella verdad es la mejor recompensa.

Toda libertad conlleva una responsabilidad y toda verdad dicha conlleva consecuencias. Pero con el alma liviana y la frente en alto las responsabilidades y las consecuencias devenidas de esa verdad son bienvenidas.

No le temamos a la verdad. Somos mejores con ella. Somos gigantes!!!

3 comentarios:

Un pensador libre dijo...

Me alegro de que formes parte de la gran comunidad de seres libres.
La paz que se obtiene cuando te adscribes sin concesiones a la verdad es indescriptible.
Saludos,
http://laverdadnoshacelibres.wordpress.com

Anónimo dijo...

Me pregunto ¿Por qué somos esclavos de un sistema que nosotros somos capacez de cambiar? Es tan grande el dolor, que produce el solo hecho de pensar en las consecuencias que produce decir la verdad, convertrla en una bandera y ser libres... libres nosotros y nuestros hijos....

Anónimo dijo...

pero, cuál es esa verdad?