06-06-06. Los lemmings

En estos precisos momentos Ocio y Abs se encuentran viajando al cuadrado de la velocidad de la luz, convertidos en cuantos de energía rumbo a la más grande aventura espacial jamás contada. (Bueno, podríamos decir que la mas grande aventura que les ha pasado a ellos... no podemos ser tan pretenciosos...)

En la tierra, el detector de paradojas de Abs comienza nuevamente a tintinear... esta vez de una forma descontrolada, tanto que llega a explotar...

El mundo estaba asustado. Quizá por la fecha, quizá por el marketing o por la globalización... quizá por que las conciencias no estaban limpias.

“y la tierra tembló... los mares se recogieron y volvieron inundándolo todo, el cielo se oscureció y la luna comenzó a teñirse como de sangre....”

Comenzó como un leve ruido subterráneo. Que fue acrecentándose hasta convertirse en un ensordecedor monstruo que se tragaba cualquier otro sonido a su paso. La tierra comenzó a temblar cada vez más fuerte. El cielo se cubrió de nubes negras y solo dejaban entrever la luna roja de esa noche de terror. Los mares se revolvían furiosos.

Todos huyeron despavoridos... (En realidad no sé para que si mas adelante también temblaba). Muchos gritaban y rasgaban sus vestiduras, otros decidieron quitarse la vida en masa para no sufrir la furia de Dios. Muchos tratando de escapar de la muerte insana la encontraron insanamente. Los beatos rezaban y se golpeaban el pecho rogando por que el Señor se acordara de sus almas. Los estudiantes lamentaban desgarradoramente que tanta movilización y paro quedaran reducidos a nada. Los políticos se encerraron en el congreso y juraron ser mejores si lograban sobrevivir (pero todos sabemos que solo quedaría en una promesa olvidada). Los mega empresarios comenzaron a regalar su dinero a los pobres para ganarse un puesto en el cielo... los que se jactaban de ser los mas cuerdos, enloquecieron...

Frente a lo desconocido todos los que huyeron, cual lemmings, encontraron su destino al fondo del precipicio de su propia miseria humana...

Pero la realidad era otra... más simple...

En el fondo de la tierra... una raza pacífica de extraterrestres trataba de reparar el entuerto que habíamos provocado por tanta estupidez acumulada a través de los siglos. La energía negativa que se acumulaba día a día había provocado un atasque de las capas tectónicas de la tierra y la energía acumulada habría provocado un sismo de tal magnitud que la tierra no solo habría inclinado su eje, sino que se habría salido de su orbita provocando un desajuste a nivel del sistema solar... y como reacción en cadena, de todos los elementos en equilibrio de la galaxia...

Generando pequeñas cantidades de antimateria controlada mediante campos electromagnéticos y con una paz-ciencia de chinos... los extraterrestres fueron liberando la energía acumulada de a poco... con el resultado de temblores y mini maremotos en todas las regiones de la tierra que no superaban los 5 grados en la escala de Mercalli. Los volcanes inactivos fueron las bocatomas hacia el exterior de la energía negativa que oscurecía en cielo y lo tenía de rojo (ya que ésta captaba los colores dentro de esta longitud de onda lumínica)

Poco menos de la tercera parte de la humanidad encontró la muerte de manos de su propio pánico por no poner atención en lo que pasaba a su alrededor... (En general, todo pasa por no poner la suficiente atención!!!)

En un hospital de algún lugar inidentificable del mundo, el 6 del 6 del 2006, nacía un bebé con un extraño lunar en la cabeza... y lloró... no por la palmadita en el trasero que le dio el partero, no... lloró por la humanidad, por que se dio cuenta que no era necesaria su presencia en la tierra ya que sin su nacimiento la humanidad ya estaba perdida. Y contra todo lo posiblemente lógico del universo decidió, para variar un poco, ser bueno... y decidió que esos numeros en su cabeza no eran seis, sino nueves...