Mi fin de semana recién pasado fué así. Andaba como entre nubes... totalmente desconectado de cualquier idea genial... o mejor decir "totalmente desconectado de cualquier idea", como con el cerebro de vacaciones... Lo peor era que estaba trabajando en la cordillera. Mi ineptitud iba desde no poder encender fuego... hasta olvidar como cocinar un huevo duro.
Por suerte la yegua en que andaba conocía el camino. Puso bastante de su parte y la recompensé con harto cariño (no soy zoofílico... me refiero a cepillarla y darle de comer).
Me cargan esos días... porque en mí, generalmente preceden a estado melancólicos. Así ocurrió. Después me vino la nostalgia... con ella recuerdos de busquedas personales... los amigos... las tristezas y las alegrías... los amores y desamores y amores... Esta vez sí, me descubrí al final de la historia... felíz y contento con lo que Dios me ha dado... un poco mas orgulloso de mi mismo y de las cosas que ha sido capaz de afrontar... Cielos!!! estoy mas viejo!!!
Bueno... lo cierto es que "hay días y hay días".
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... ¡que frase mas hue'ona!...